Los mejores bares para hacer el esmorçaret valenciano
Entrar en un bar en Valencia entre las 9 y las 11 de la mañana puede ser todo un espectáculo culinario. Es la hora del esmorçaret, un desayuno festivo con un comienzo bien definido pero sin un final fijo, ya sabes cuándo comienza, pero nunca cuándo va a terminar, como a los valencianos les gusta decir. La lista de alimentos es interminable: productos frescos, encurtidos, tortillas, sándwiches, aceitunas, tapas, y para colmo, crema, el famoso café con una pizca de licor flambeado. Hoy en día, Facebook en particular parece estar lleno a diario de imágenes de la comida a media mañana tan favorecida por los valencianos.
Como era de esperar, algunas de las mejores ofertas se encuentran en los mercados de la ciudad como el bar en el mercado central Rojas Clemente en la plaza del mismo nombre, que sirve desayunos y comidas caseras a precios asequibles. Especialmente recomendables son las tortillas españolas, embutidos y deliciosas torrijas. Muy cerca, en el Mercat Central de València, se encuentra el Bar Central del chef Ricard Camarena (Plaça de la Ciutat de les Bruixes, s / n), donde las tapas más demandadas son el esgarraet con bacalao y las anchoas marinadas con ceviche. Y en el Café Mercado Jerusalén hacen una suculenta coca de llanda y todo tipo de sándwiches.
Sin embargo, si está buscando sándwiches exquisitos, la «tierra magra» hecha por el chef Juan Casamayor en Moltto (Plaça de la Reina, 9) ganó el concurso de mejor sándwich en Madrid Fusión en 2014. El secreto: pan de cerveza, salteado verde ajo, judías blancas y morcilla de Montserrat, brie derretida, tiras de lomo de cerdo ibérico y rúcula a la plancha. Las mejores tortillas españolas de Valencia son de la cocina de Alhambra (Carrer de Calixt III, 8). Este pequeño y encantador bar local prepara 15 tortillas españolas por día en una variedad de cinco o seis tipos diferentes, además de la tortilla española clásica: calabacín, sobrasada, espinaca, longaniza, morcilla, pimienta, tocino, aunque se llaman mejor mega tortillas en lugar de tortillas españolas, ya que cada una está hecha con 32 huevos y pesa más de 4 kilos.
Si vienes a Valencia un viernes, deberías probar el bocadillo de calamar en La Piula (Carrer de Borriana, 45), una institución en la ciudad. La porción es muy generosa, apenas puedes cerrar el pan, sin embargo, es posible que necesites la paciencia de un santo para conseguir una mesa en el restaurante. También vale la pena alejarse un poco del centro y de la playa de La Malvarrosa, donde encontrará La Pascuala (Carrer d’Eugènia Viñes, 177), fundada en 1921. Este bar solo abre por las mañanas, y es famoso por sus generosas porciones de comida y bebida. El bocadillo estrella es el «Super» con carne de caballo, cebolla, tocino y queso.